J.M.Calleja

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ACP Pont del Petroli, Badalona 2029

POÉTICAS SIN FRONTERAS ALBERT CALLS

Los poetas visuales JM Calleja y Claudio Mangifesta trabajaron juntos en la construcción del libro Travesía (2017). Una obra que a través del juego abierto entre los dos creadores los unió telemáticamente primero y presencialmente después, a pesar de estar separados por la gran distancia oceánica. Son ventajas de ser miembros de un planeta global compartido, el de este siglo XXI tan tecnológico como mutante e inestable.

Travesía es, para entender en clave sencilla la poesía visual, una propuesta que trasciende el lenguaje estándar como lo conocemos y usamos, para crear una nueva perspectiva que entrelaza lo visual con lo sensitivo, como un salto al vacío creativo sin red. El libro se presentó en Argentina (Quilmes, Buenos Aires, Córdoba) y posteriormente en Mataró y Barcelona, el año pasado. A partir de esta experiencia, realizada vía mails, desde agosto de 2016 hasta abril de 2017, nació una buena sintonía entre los dos artistas, favorecida por la coincidencia de ideologías poéticas y trabajada a partir del conocimiento mutuo.

Partiendo, pues, de esta interacción artística, después de Travesía, Calleja y Mangifesta deciden impulsar otro proyecto que sea nuevamente un puente entre los dos lados del Atlántico. Pero, esta vez, con la implicación de otros creadores, como es muy normal en el universo de la poesía visual, promiscuo creativamente, un entorno en que los artistas proyectan a menudo su obra a través de antologías y ediciones propuestas por los propios poetas, muchos de ellos también verdaderos activistas y agitadores culturales.

Y en una larga espera en el aeropuerto de la ciudad argentina de Córdoba, Mangifesta y Calleja comienzan a hacer el listado de autores de su nuevo trabajo, que ahora tenéis entre las manos. Tienen claro que no parten de premisas como la exhaustividad ni pretenden hacer, a la vez, un estudio de las poéticas experimentales de los antologados. El parámetro inicial, el punto de arranque, es presentar a una serie de creadores vivos, del momento, que trabajan la experimentación poética a través de ámbitos diversos como el visual, el concreto, el permutativo, el tipográfico… mostrando toda una abigarrada eclosión de estilos, calidoscópica, diversificada en el fondo y en la forma, tanto como son los artistas que configuran la estructura de este trabajo.

Los autores que finalmente han dado forma al libro pertenecen a diversas generaciones. Las obras antologadas han sido hechas en el siglo actual y son mayoritariamente inéditas. En los dos bloques de la antología, se pueden encontrar 15 poetas, 7 de los cuales pertenecen a la década de los años 60 del pasado y reciente siglo XX. Por lo que se refiere al resto, los autores argentinos pertenecen a la década de los 70 y los catalanes, a la de los 50.

En la mayoría de poetas de esta antología encontramos las huellas y los rastros de autores como Simias de Rodas y Caramuel, Helwig y Capelle; o más próximos a nosotros como Mallarmé y Apollinaire, Marinetti y Grupo Noigandres, Edgardo A. Vigo y Jirí Kolar, G. Viladot y Clemente Padín, Jorge S. Perednik y Joan Brossa… que articulan la tradición de la experimentación poética.

Con estas claves se obtiene un libro que apunta un buen retrato del momento de la poesía visual planteada desde dos territorios alejados en el espacio geográfico, pero no en el tiempo. Se obtiene una fotografía clara y precisa de lo que se viene haciendo en la línea de defensa de la poesía visual de este siglo, tan audiovisual como digital, donde triunfa la imagen, pero a la cual hay que dotar de mensaje para que no se diluya.

Para hacer el libro, Calleja y Mangifesta se han encontrado en la inmensidad del espacio cultural a través de Internet y han provocado una interacción poética y cultural. Sus respectivas trayectorias, ciertamente, comparten algunos puntos de semejanza: como que han coordinado antologías: Mangifesta con H. Paz y J.C. Romero, Rastros de la poesía visual argentina (2014). Y Calleja con VI(r)US (2005) y Poesia visual catalana (2010). También han publicado libros conjuntamente con otros poetas, que pueden considerarse como antecedentes del mencionado Travesía (2017): Mangifesta, con Hilda Paz (Poemas visuales, 2011) y con Luis Pazos (Letra suelta, 2015 y Del silencio como mirada, 2016). Y Calleja, con Klaus Peter Dencker (ABCDario…, 2015). Por otra parte, también han participado en numerosas exposiciones de poesía visual, cosa que ha hecho que coincidieran previamente a través de sus poemas, hasta que decidieron encontrarse en persona.

Pero volviendo a la esencia de este libro, ¿para qué sirve una antología? Es un faro en la oscuridad, un punto de luz en la lejanía que permite acercarse a un conjunto de artistas de un momento muy concreto, que pueden o no compartir espacios, sinergias y coincidencias, pero sin ser necesariamente obligado que sea así. Unos creadores que confluyen en un volumen porque alguien, el impulsor de la obra, ha puesto en ellos su mirada y quiere que mucha más gente los vea, un acto de voyeurismo con el cual se salva la cultura, un ritual necesario y mágico, diría que telúrico.

Los antólogos adquieren, pues, llegados a este punto, un papel caudal, importantísimo, dado que son los que deciden poner su punto focal en los poetas visuales que darán forma y contenido al libro. Los antólogos son también, de esta manera, una parte inextricable de la creación conjunta y compartida: el observador que observa y crea un nuevo espacio cultural con la génesis de una plataforma que proyecta el trabajo de los otros.

Son tiempos estos también de cultura global en los cuales los aspectos locales tienen más importancia que nunca. Los promotores de esta antología han creado unos lazos entre lado y lado del océano que apuestan por mostrarnos un universo creativo que lucha por buscar el rostro más visual del poema. Un salto en la barrera local para ir mucho más allá, un reto que rompe marcos y construye un nuevo relato cultural posible. Una red que se teje con probables perspectivas de futuro.

Además, los lectores encontrarán en este libro que cada poema visual es un universo en sí mismo. Y todos juntos una galaxia de sensaciones, reflexiones, de ventanas abiertas a la inmensidad desde la perspectiva unitaria que el poeta crea en cada obra propia. Y, por otra parte, es preciso remarcar, también, la bibliografía básica adjunta al final de la obra, donde se puede ver la vitalidad de la poesía experimental en estas dos primeras décadas del siglo XXI.

Un libro que es una antología que es un faro y que cuando nos acercamos a él, como un portal hacia nuevas dimensiones, nos abre percepciones a nuevos ámbitos y universos. Una propuesta que rompe fronteras para construir otras identidades posibles, en un mundo en el cual cada vez más es preciso luchar contra los muros y demostrar que, por encima de todo, en la vida y en el arte, todos somos humanos que compartimos caminos en la eternidad huidiza del presente.

Prólogo del libro. …xyzA – Cdef… ACP Pont del Petroli. Badalona 2019 & Editorial Tiempo Sur. Buenos Aires 2019